viernes, 13 de enero de 2012

Arena y piedra

Nada se edifica sobre la piedra, dice un evangelio apócrifo. Todo se edifica sobre la arena. Pero nuestro deber es edificar como si la arena fuera piedra. Nada es lo que parece. Nada es lo ideal. El basamento de casi todo lo que hacemos es débil e imperfecto. El amor es un amor y no el amor de la vida. El de la vida no existe. Resulta, a veces, algo demasiado inestable y pasajero. Pero no importa. Deberíamos considerar que la arena es piedra y que ese amor leve e inseguro no tiene igual. Vivir así. Como si fuera.
L.

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