Leo en una revista femenina que la duración del acto sexual es variable. Oscila entre quince y cuarenta minutos según el caso. La estimación, claro, carece de fundamento. Es un cálculo sencillo que hizo la periodista sin pensarlo demasiado. El tema, sin embargo, no carece de interés. Me cuenta la chica del lavadero que se tomó diez días de vacaciones con su novio (ambos separados y con hijos de sendos matrimonios) y que hicieron el amor o algo parecido una única vez a la hora de la siesta. “Fueron diez minutos de reloj”, precisó ante mi consulta. La pareja aprovechó un instante de esos que se dan pocas veces mientras los chicos jugaban en la pileta. Como al pasar, mientras caminábamos, ella me preguntó cuánto dura o debería durar el coito para que resulte mutuamente placentero y completo. “Toda la vida", le contesté.
L.
No hay comentarios:
Publicar un comentario