lunes, 2 de mayo de 2011
El pasado
Por alguna razón el mundo le ha declarado la guerra al pasado. El esfuerzo por no recordar se percibe hasta en el discurso cotidiano. Ya fue, dicen los chicos. El pasado pisado, dicen los viejos. Hay que vivir el presente, repite el coro. Revistas argentinas como Veintitrés y Noticias (también Psicología positiva) lo dicen en notas de tapa. Freud fue un farsante, un ladri, un estafador. Parece ser que su teoría es vieja por haber sido elaborada a comienzos del siglo pasado. Ese argumento anularía casi todas las teorías científicas existentes. ¿Pero a quién le importa? El sexo, después de todo, no es tan importante. Lo reprimido bien reprimido está. Un estafador de verdad, llamado Stamateas, dice esta semana que lo que sirve son las terapias breves "porque no acuden al pasado del paciente". Suena bien. Vivimos en un puro presente. Y en un puro placer. Ninguna reminiscencia. Hay un único problema. Todo lo que existe es pasado. Todo lo que hacemos es evocar algo de manera constante. Y los que pierden la memoria se sienten perdidos. El psicoanálisis goza de buenísima salud. Y recordar, no nos engañemos, es vivir.
L.
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