martes, 28 de junio de 2011

Cualquier sentido es mejor que ninguno


¿Cómo conservar el eje en un mundo que, si alguna vez lo tuvo, lo ha perdido para siempre? Es quizás la pregunta que todos deberíamos hacernos. Si no hay sentido en la historia, en la política y aún en la vida diaria, ¿cómo no perderse en la infinidad de caminos y caminitos del mapa? En eso deberíamos pensar. Una opción podría consistir en sumarse a la locura generalizada, es decir, formar parte de ella, enriquecerla, potenciarla. Total, por cuatro días locos que vamos a vivir...La otra opción, la más difícil y resistida, sería nadar contra la corriente, no aceptar las cosas como vienen, rebelarse modestamente ante los mandatos sociales, históricos, familiares y políticos. Dicho así parece mucho. Pero habría que empezar por algo. Dar con cierto orden al menos interior. Frenar. Pensar. Andar más lento. Actuar responsablemente ante cada pequeño hecho que nos toca. Cualquier sentido es mejor que ninguno, dijo o decía Nietzsche. Y así es. Cualquier sentido es mejor que ninguno.
L. 

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