miércoles, 29 de junio de 2011

Sexo y poesía


A una mujer que se ama no se le escriben poemas. A una mujer que se ama se la coge. Las dos frases no son mías sino del conocido dramaturgo argentino Roberto Cossa. Forman parte de una renovada versión de Yepeto, su ya clásica obra que ahora puede disfrutarse en el teatro Cervantes. La vi el domingo último (recomendable en todo sentido) y me quedé pensando en la idea que esas palabras encierran. Creo que es por completo acertada. Primero porque los buenos poemas carecen de dedicatoria. No se escribe un texto "para" alguien. Simplemente se escribe. Segundo porque si la persona amada está cerca y bien dispuesta no existe ofrenda más preciada que la sexual. Eso, claro, siempre que entendamos la sexualidad como algo más trascendente que el mero intercambio de fluidos. En conclusión. No hay amor sin cuerpo, o, dicho de otro modo, los mejores poemas se escriben, a veces, en la cama.
L.

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