viernes, 3 de junio de 2011

Vivir de lejos


Todos los presos necesitan un prófugo para seguir viviendo. Impacta en las oficinas enterarse de un compañero que renuncia. Saber que hay vida después de la oficina. Se hacen comentarios acerca de parejas que se separan. Pero los demás, en el fondo, envidian a esos hombres y mujeres que ahora son libres. Pueden hacer lo que quieran con sus vidas. Rechazo y envidia. Admiración encubierta. Todos los presos necesitan un prófugo para seguir viviendo.
L.

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