martes, 29 de diciembre de 2009

Menos tu vientre todo es oscuro

Menos tu vientre claro y profundo


Menos tu vientre
todo es confuso.
Menos tu vientre
todo es futuro
fugaz, pasado,
baldío y turbio.
Menos tu vientre
todo es oculto,
menos tu vientre
todo inseguro,
todo postrero,
polvo sin mundo.
Menos tu vientre
todo es oscuro,
menos tu vientre
claro y profundo.


Miguel Hernández

Opción


Prefiero el combate a la victoria.

Moliére

domingo, 27 de diciembre de 2009

Nicole


Dame más, pide Nicole. Y desafía al hombre con los ojos. El tipo no se mueve y la mira con dureza. Su cara de árbol se desdibuja contra un fondo azul de niebla. Repentinamente la envuelve en un beso de lana o acero. La atrae, la somete, la oprime. Pero esta vez la boca tiene espinas. Nicole se deshace del abrazo con fastidio. Ahora no quiere que la toquen. El se asombra, se irrita, quiere irse. Pero algo lo detiene. La mujer por fin cede, cae, se levanta. Corre hacia el hombre en un impulso. La ola rompe contra el muro y lo tiñe de espuma. Los cuerpos se refriegan, se funden, se anulan. Nicole se enrosca al varón por debajo de la cintura. Muerde, aúlla, olfatea con animal desesperación. Y ruega. Y ordena. Dame más.

L.

sábado, 26 de diciembre de 2009

Arte de la fuga III


No creo en los viajes como salvación. No hay salvación. Tampoco en atarme a lo que sea. No creo en irme o estar quieto. Nadie escapa de sí mismo. No me importan los hechos sino apenas los sentimientos -más o menos limpios- que esos hechos despiertan. Dónde estoy, si comí, hacia qué lugar me dirijo, con quién me acuesto y por qué, son asuntos que únicamente interesan a los felices que me rodean. A los que no tienen tema. Sirven a lo sumo para hablar por celular o con la familia y los amigos en la cena de fin de año. No me atraen las novelas, fotos o películas que se basan en acontecimientos. Quiero escribir una historia del alma (la mía o la de cualquiera) dejando afuera los sucesos cotidianos y obligatorios. No creo en el sexo puro. Creo en el amor que se moja con la doble llama del deseo. No creo en los instrumentos. Creo en la música.

L.

Arte de la fuga II


Si escapar es el objetivo deberíamos convertirnos en artistas de la fuga y no en meros aficionados que actúan guiados por la desesperación o el signo de lo imposible. El ejemplo es Houdini, el gran mago que electrizó al público con una serie de fugas en las que se jugaba la vida, reinventando y volviendo a burlar -una y otra vez- su propio encierro. Houdini necesitaba un borde oscuro del cual apartarse con elegancia: cadenas, sarcófago, celda, fondo del mar, puerta blindada. Escapar de la nada hacia la nada no tenía gracia para él. Era un prófugo necesitado de cárcel. Su verdadera aventura no era ser libre sino producir el acto de liberarse constantemente de algo o de alguien. El espectador no le pagaba para verlo en vuelo sino para descubrirlo en el instante mismo de la liberación. De ese modo podía soñar esa posibilidad para sí mismo. Como Houdini escapamos de aquello a lo que fatalmente volveremos. Como él pensamos que no existe huída verdadera sino el acto creador que se nutre del poema y no de la evasión por la evasión misma.

L.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Arte de la fuga I


Pensé que un barco bastaría. Un barco, un sueño, un micro de la terminal. Dejar todo y largarme. Hacer de la fuga un arte. ¡Saltar! Pero también seguir fijo en un lugar. Insistir como perro con su hueso. Por más lejos que llegue las cosas me darán alcance. Y un hombre (y una mujer) se definen por aquello de lo que se escapan. Hacia ahí debo apuntar.

L.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Incertidumbre en el amor


El deseo se sostiene en su insatisfacción. En algo se parece a lo que tenemos en la punta de la lengua y no alcanzamos a expresar. Todo en la vida trata de ser. Pero al final acaba conformándose con una parte del total. Los silencios llenan lo demás. Las parejas tendrán que resignarse a soportar lo que no podrán decirse nunca. Es mejor entenderse aún sin diálogo, transcurriendo en amable armonía con la ambigüedad. Igual todo tiene un precio. No se trata de reír ni de llorar sino de comprender –aconseja Spinoza-. Pero para llegar a la comprensión hay que atravesar la risa y el llanto. No es concebible un amor libre de asperezas. Pero un hombre y una mujer dispuestos a convivir con la incertidumbre tienen posibilidades ciertas de acompañarse y vivir momentos de inusual intensidad.

Bienestar en el amor


Es hora de rescatar el lado luminoso del amor. Los pueblos primitivos lo conocían de sobra. Era habitual que las parejas copularan junto a los sembrados suponiendo que el coito infundiría nueva fuerza a las semillas. Nadie puede negar el carácter transformador de esa corriente afectiva. La férrea voluntad de los protagonistas no tiene igual. Su buen humor los habilita para generar actos amistosos cuyos efectos llegan más allá del ser amado. La rara armonía conseguida entra en conflicto con la desarmonía del mundo. Y sus efectos redundan en cambios existenciales difíciles de medir. Algunos se molestan y acusan a los amantes de ser los subversivos de nuestro tiempo. Es posible que así sea. Porque los enamorados -al igual que los guerrilleros de alma- están siempre dispuestos a inmolarse por la causa.

martes, 15 de diciembre de 2009

Malestar en el amor


Algo no funciona bien entre hombres y mujeres. Mientras en su inicio el amor aspira a la absoluta fusión, la vida parece obstinarse en lo contrario. El máximo placer está ligado a su extinción. En el orgasmo (metáfora perfecta) la conquista del goce es simultánea a su pérdida. Todo sucede en el mismo instante. Almas y cuerpos se comunican sólo de manera intermitente y un mínimo roce puede arruinar la fiesta. Quizás pidamos demasiado. No hay amor sin conflicto. Más aún. Los amantes estarán de acuerdo mientras no estén por completo de acuerdo. La otra opción (la del amor total e idealizado) conduce fatalmente al aburrimiento y luego a la separación. ¿Cómo aliviar el malestar? Quizás no apostando todas las fichas a lo amoroso visto como tabla de salvación. Y concentrándonos más en los proyectos personales de vida y creación. En el amor, como en todo, hace falta siempre una tercera cosa.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Parábola del hombre que sueña


Un hombre al nacer cae en un sueño como quien cae al mar. Si trata de salir al aire -como suelen hacerlo con esfuerzo los inexpertos- ese hombre se ahoga.


Joseph Conrad

Agenda 2010


Hojeo distraído la agenda 2010 y veo que mi cumpleaños cae lunes. Borro palabras muertas en la de 2009 pero vuelvo a anotar cosas en la nueva. Cada frase es un problema que la próxima frase plantea nuevamente. Esa es de Bioy. Arranco páginas (días), anoto aniversarios (pocos), elimino teléfonos, mails, fotos que antes respiraban. El objetivo de toda educación –dice Steiner en una inscripción con birome- consiste en lograr que el alumno no tenga miedo a permanecer sentado en una habitación silenciosa. Nombres, tareas incumplidas, fechas. ¿Dónde está mi casa? Somos miles de millones pero nadie conoce a nadie (Bradbury). Novias en blanco y negro perdidas para siempre. Peces extraordinariamente azules. Me resisto a deshacerme de las agendas viejas. Con ellas armo una montaña en el estante más alto de la biblioteca. Parece un volcán apagado que -en el momento menos pensado- entrará en erupción.


L.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Diez escenas eróticas del cine


Meryl Streep huele profundo la ropa del fotógrafo de National Geographic mientras él se ducha (Puentes de Madison/Clint Eastwood). En El imperio de los sentidos (Nagisa Oshima) la protagonista lame realmente el sexo de su amante, quien no por eso deja de leer el diario. Harvey Keitel acaricia la piel que deja libre un agujero en la media de Holly Hunter (The piano/Jane Campion). Martushka Detmers masturba a su novio preso durante una visita a la cárcel (El diablo en el cuerpo/Marco Belocchio). Juliette Binoche le ordena al mejor amigo de su marido muerto en un accidente que se desnude frente a ella (Bleu/Krzysztof Kieslowski). La escena clásica de la manteca (foto) en El último tango en París (Bernardo Bertolucci). Miriem Rousell somete a Horst Gunter a sesiones de amor extremadamente osadas (La trampa de Venus/ Robert Van Ackeren); danza a su alrededor, lo besa en todas partes (también ahí), lo adora con la piel y la palabra. La joven protagonista de La esposa del buen abogado (película coreana dirigida por Im Sang-soo), copula sopresivamente con un vecino en un gimnasio. El protagonista de El amante -película de Jean-Jacques Annaud basada en la novela homónima de Marguerite Duras- somete a su casi adolescente compañera a situaciones extremas. Escena de amor violento y desesperado en una mesa de cocina entre Jack Nicholson y Jessica Lange (El cartero llama dos veces/Bob Rafelson). Se reciben aportes espontáneos a esta breve y arbitraria enumeración.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Los premios


El ganador del concurso de Suspendelviaje podrá elegir dos libros de la editorial Capital Intelectual (http://www.editorialcapin.com.ar/). Hay narrativa, ensayos, atlas mundiales, biografías, entrevistas, de todo un poco. Los que recibieron menciones especiales tendrán opción a un libro de CI. Los cinco deben enviarnos el título seleccionado y sus direcciones postales para concretar los envíos por correo o en bicicleta que es más sano y barato. Todos los participantes recibirán un premio sorpresa por mail.

Andrea y Luis

viernes, 11 de diciembre de 2009

La tarea II


Quizás tendría que encender un fuego. ¿Te gustaría? Voy a encender un fuego. Quizás tendría que romper el diario en pedacitos. O terminar de cavar el pozo en el jardín. Quizás tendría que hacerme una taza de té. ¿Querés una taza de té? Quizás tendría que dar un paseo sin rumbo. Quizás tendría que quedarme quieto en un lugar y no moverme de ahí y dejar de inventarme razones para irme. Quizás podríamos tener, vos y yo, una conversación. ¿Te gustaría conversar?

Sam Shepard / Crónicas de motel

La tarea


Hasta las hormigas trabajan para cambiar el eje de la tierra.

Vivir por vivir


Leyendo algunas reacciones generadas por la difusión de los resultados del concurso (enojos, decepciones, autocríticas por mail o al pie de los posteos) pensé que perder un certamen literario no significa nada. El mayor poeta del siglo XX (Fernando Pessoa) salió segundo en el único concurso al que se presentó. Kafka (el más grande de todos) no compitió en ninguno. El gigante Borges no ganó el Nobel de literatura. Freud, padre del psicoanálisis, no recibió ningún reconocimiento por su aporte al conocimiento del alma humana. Ganar o perder nada tiene que ver con la creación en cualquiera de sus formas. Sólo vale el acto erótico de ser y escribir por el solo placer de hacerlo. Si eso es reconocido socialmente (o no) carece de toda relevancia. ¿Quién es un jurado para decidir sobre calidades, jerarquías y estilos? ¿Acaso existe un modelo estético a seguir? Deberíamos escrivivir sin esperar recompensas. ¿Amamos para casarnos? Sería muy triste. ¿Caminamos por la playa a cambio de algo? Más triste aún. ¿Cobraremos a Dios por un beso o un abrazo bien dados? Si existiera tal señor nada pagaría. Los concursos son meras excusas para escribir algo (optimismo en la acción) y lo demás son circunstancias que a lo sumo pueden alimentar algún ego. Mi humilde deseo para 2010 es que aprendamos de una vez a vivir por vivir. Sin para qué ni para quién. Y por amor a la vida.
L.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Ganador y menciones especiales


El ganador del concurso literario de Suspendelviaje es Juan Manuel Finot. Su relato titulado Un sitio/todos los sitios fue seleccionado en primer lugar entre los 47 textos evaluados. Asimismo han recibido menciones especiales los trabajos de Celestina Lang (Otro camino), Ricardo Mendoza Montañez (Salto al vacío), Jorge Manuel Santander (El viaje) y Ciro Anicchiarico (Tren misterioso). Felicitaciones a los cinco. Nos comunicaremos con cada uno personalmente y publicaremos en tiempo y forma los escritos premiados.

Andrea/Marcelo/Luis

Finalistas del concurso


Hemos evaluado cuidadosamente los 47 textos recibidos para el concurso de Suspendelviaje. Todos ellos tienen valores narrativos destacables. Obligados a elegir, los tres integrantes del jurado resolvimos por mayoría seleccionar once finalistas cuya lista brindamos a continuación. Esta noche informaremos el nombre del ganador y las menciones especiales: Tren misterioso (Ciro Annicchiarico); El viaje (Juan Manuel Santander), Un sitio/ todos los sitios (Juan Manuel Finot), Salto al vacío (Ricardo Mendoza Montañez), Otro camino (Celestina Lang), Sabor amargo (Alberto Chaile), Las palomas de Florianópolis (Nicolás Melmoth), Cuando pasa un tren (Marcelo Rubio), Una tarde (Rafael Blasi), Las buenas costumbres (Dafne Berman), Suciedad (Carlos Torres Tangarife).

Andrea/Marcelo/Luis

lunes, 7 de diciembre de 2009

Un gato guevarista


El dolor de ya no ser empujó a mi gato al guevarismo. El primer paso fue leer una larga biografía del Che (foto). Aún entendiendo poco se inclinó por el foquismo guerrillero para vencer a un enemigo no del todo claro. Vamos a cambiar la vida, proclamó en los techos durante el primer acto realizado bajo la luna. Lo escuchaban desganados un callejero atigrado (el más combativo del grupo), un gato persa que pasó por casualidad y una hembra de angora preocupada por los problemas de género. Motivos para la rebelión no faltaban: mala alimentación generalizada, traición de Greenpeace al ignorar el sombrío destino de los gatos y salvar en cambio a las ballenas, desamparo completo en días de lluvia, persecución a cargo de los milicos sanguinarios del instituto Pasteur. Para mi gato y unos pocos seguidores había llegado la hora de sacar los pies del plato (de paso la leche conserva el sabor). “El argumento de los capitalistas para marginarnos es el supuesto rasgo independiente de la especie –proclamó Grusswillis en un alarde inesperado de cultura general-. Encubren de ese modo el profundo desinterés por las mascotas”. El poder nace de la boca del fusil, alardeó luego evocando una frase leída fuera de contexto y sin tener la menor idea de qué cosa es un fusil. El campo rodea a la ciudad, añadió en voz baja un gato de ojos achinados recién llegado de Puán. Hay que endurecerse pero jamás perder la ternura, subrayó Grusswillis citando un miniposter del Once. La primera acción (fallida) fue asaltar un camión de whiskas. Aprovecharon que había estacionado frente a una veterinaria de Boedo. El grupo (todos con boina y estrella) intentó llevarse las bolsas pero fue detectado en el momento mismo del asalto. Dos, entre ellos mi gato, lograron escapar. El tercero sigue enjaulado en la veterinaria donde ahora lo venden a diez pesos. Las acciones armadas se sucedieron sin éxito: intento de toma del Pasteur, homenaje clandestino a Gatúbela (alias Tania) en el Puente Pueyrredón, creación del primer territorio libre de perros. Supe que anoche mi gato resolvió cambiar de estrategia. Vamos de derrota en derrota, admitió. Sus compañeros estuvieron de acuerdo sobre la base de continuar la lucha por otros medios. Fue emocionante ver a los sobrevivientes en la reunión de despedida. Cuatro gatos locos con la pata en alto y Grusswillis finalizando su arenga con un obvio hasta la victoria siempre y el consabido no pasarán. Hasta la siamesa –cuya debilidad por los revolucionarios es célebre en los techos- alzó la patita con las uñas apretadas.
L.

domingo, 6 de diciembre de 2009

La vida es ahora


Cada día es el último. Cada beso. Cada gesto. Preferimos no vivir las cosas con semejante intensidad. Suponemos que habrá segunda chance para todos. Creemos que esto es el ensayo y luego vendrá la función principal. Por eso postergamos indefinidamente lo que deseamos. Por eso especulamos con brillantes acciones a futuro. Por eso pensamos que mañana o pasado ocurrirá el tan esperado milagro. Pero cada día es el último. Definitivo es el beso. Y cada gesto se deshace en el acto mismo de su preparación.

L.

Variaciones sobre una misma idea

sábado, 5 de diciembre de 2009

El sol es verde


El cielo no es azul sino negro. El sol es verde -no sale ni se pone- y se mueve en el espacio a una velocidad de 220 kilómetros por segundo. Las nubes no contienen vapor sino ligeras gotas de agua. No hay agujero de ozono sino un adelgazamiento de la capa formada por ese gas. La niebla no se levanta. El rocío no cae. Ni siquiera la nieve es blanca. Habitamos un mundo casi totalmente desconocido. No vemos átomos a nuestro alrededor pero eso no prueba su inexistencia. Añoramos algo sin nombre ni lugar. Vivimos y no sabemos qué es la vida. Amamos y no sabemos qué es el amor.

L.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Foto de familia I


Una tarde mi primo José me miró, yo me sonrojé y por primera vez fui consciente de mi cuerpo. En ese momento él dejó de ser ese chico antipático que nunca jugaba conmigo y se convirtió en el detonante de mi feminidad. Las habituales visitas a la casa de mi abuela –donde él vivía- ya no eran una obligación sino el evento más esperado. Apenas llegaba subía las escaleras hasta la habitación de José. Entraba sin saludar y bajaba los álbumes de fotos con el único propósito de revivir la escena primera: él a mi lado, con su rostro pegado al mío y su voz nombrando a cada uno de los que aparecían en las imágenes. Ese verano mis padres decidieron invitar a toda la familia a la finca. José llegó y yo no pude hacer nada distinto a estar siempre junto a él. Nos sentábamos juntos en el comedor, en el cine, en la heladería. Nos metíamos en la pileta, nadábamos y de repente él me tomaba de la mano creyendo que el agua ocultaba ese gesto que, por alguna razón, ya percibíamos como prohibido. A veces, a media noche, nos encontrábamos en el jardín y caminábamos en silencio para no despertar la curiosidad de los insomnes. Y todo transcurrió así, secretamente, hasta que nuestras piernas se enredaron desatando la furia paterna. Fue entonces, a los trece años, cuando comprendí que el amor es subversivo.


Andrea

Foto de familia II

Socialismo o barbarie


Lo proclamó Rosa de Luxemburgo avizorando la crisis del ’30 antes de ser asesinada. Castoriadis -el filósofo rebelde- retomó el grito de guerra al anticipar la caída del “comunismo” burocrático y opresor. Se pintaron paredes con esas palabras. Se crearon partidos y movimientos. Se alzaron banderas. O salvamos juntos al planeta de su actual proceso de aniquilación o nos dejamos aplastar por el capitalismo salvaje. Socialismo o barbarie. Compartir y defender la naturaleza amenazada o consagrar la muerte en vida para las viejas y nuevas generaciones. En el medio observamos desconcertados y atentos el derrumbe cotidiano. El porvenir es largo. Pero hay que abrir el paraguas antes de la lluvia. Una vez más el paraguas. Socialismo o barbarie.
L.

jueves, 3 de diciembre de 2009

El comienzo


Si hacer el amor no fuese el acto más importante de la vida,
el Génesis no empezaría por ahí.

Cesare Pavese/ El oficio de vivir

martes, 1 de diciembre de 2009

Las fiestas


No soy el único en pensarlo. Sé que les pasa a muchos pero algunos temen que se los acuse de amargados. Ver las cosas de otro modo es un pecado socialmente inadmisible. La sola figura de Papá Noel decorando una vidriera me arruina el día. Los cables con lamparitas, las promos berretas del Coto, las agendas 2010, la inundación de insufribles pps, el empalagoso combustible espiritual. Las fiestas desatan demonios oscuros en calles, familias y almas. Al destaparse las botellas saltan las miserias mejor escondidas. Que se cumplan todos los deseos, dice el coro mirando hacia otro lado. Feliz Navidad y próspero Año Nuevo, repiten los reyes del sarcasmo. Nadie se anima a nombrar lo que nos falta. Nadie admite que la pregunta sigue sin respuesta. Que la fiesta está en otra parte. Que la alegría no depende de actos protocolares, burbujas de Chandon o fuegos de artificio. La vida no tiene solución. Y de esta verdad irrenunciable no nos salva ni el apocalipsis del calendario maya.
L.