sábado, 5 de diciembre de 2009

El sol es verde


El cielo no es azul sino negro. El sol es verde -no sale ni se pone- y se mueve en el espacio a una velocidad de 220 kilómetros por segundo. Las nubes no contienen vapor sino ligeras gotas de agua. No hay agujero de ozono sino un adelgazamiento de la capa formada por ese gas. La niebla no se levanta. El rocío no cae. Ni siquiera la nieve es blanca. Habitamos un mundo casi totalmente desconocido. No vemos átomos a nuestro alrededor pero eso no prueba su inexistencia. Añoramos algo sin nombre ni lugar. Vivimos y no sabemos qué es la vida. Amamos y no sabemos qué es el amor.

L.

5 comentarios:

  1. Sólo buscamos aquello que confirme las creencias que nos han inculcado desde el inicio. La famosa frase de Kant, sapere aude (atrévete a saber), es una de las tantas consignas que eludimos a diario por temor, por pereza o -lo que es peor- por costumbre.

    Verónica.

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  2. Al parecer todo ha sido siempre así, basamos nuestra efímera existencia en paradigmas que muchas veces nos han hecho creer que esbozar una sonrisa es un síntoma de felicidad...

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  3. bueno, si todo eso no tuviera nombre, modos, definiciones, habríamos de fenecer en la angustia más genuina. Siempre es sano recordar la verdad y Ser lo que somos en realidad en ese instante de desazón al que el hombre y la mujer le puso nombre. Texto revelador de lo cotidiano, gracias!

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  4. La frazada no da calor, Frankenstein no era el monstruo, el mundo tal vez tampoco sea el mundo. Ruma

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  5. Me gusta el texto y no sé por qué.

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