No recuerdo exactamente cómo es o cómo era el famoso proverbio. Pero creo que la idea básica era o es más o menos así. Cuando el sabio señala la luna los imbéciles miran el dedo. No es fácil de interpretar pero voy a intentar algo en esa línea. El sabio sería una persona inquieta, por momentos desesperada, que ya sea por deslumbramiento o por angustia o por lo que sea muestra aquello que podríamos llamar principal. La luna. El sabio se interesa por algo trascendente como es o sería nuestro satélite natural. Los necios no reparan en ese objeto brillante y menguante y a veces oscuro. A los imbéciles solamente les interesa algo tan banal como el dedo que señala. Les importa el medio y no el mensaje. Los necios saben mucho más que el sabio. Este último no tiene ideas. Está dispuesto a tenerlas pero no las tiene. Ahí está la diferencia principal entre los idiotas y el sabio, un hombre desconcertado por definición.
L.
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