Me dicen que en Ecuador existe un paraíso llamado Vilcabamba. Está ubicado a cuarenta kilómetros al sudeste de Loja y a mil quinientos metros sobre el nivel del mar. Al parecer es un sitio de longevos. La gente supera los 120 años de vida. Vilcabamba tiene apenas un pequeño centro de seis cuadras de largo y seis de ancho. Hay un parque central, una iglesia y varios restoranes y posadas. No hay mucho para hacer ahí. Se puede andar a caballo o bicicleta, nadar en ríos o piletas y ver pasar el tiempo. Me dicen que el secreto de la longevidad está en el agua, muy pura, en el estilo de vida y el ejercicio físico necesario para subir montañas o bajar de ellas. El agua de los ríos de Vilcabamba, me dicen también, previene la osteoporosis y el colesterol. El tiempo pasa lento. El amor nace para quedarse. Un paraíso llamado Vilcabamba. Ojalá sea cierto. Y ojalá, también, no sea descubierto por el turismo internacional. No debí mencionar a Vilcabamba en el blog. Pero ya lo hice.
L.
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