domingo, 18 de agosto de 2013

La trampa


Dice Kundera que la vida es una trampa. Lo hemos sabido desde siempre. Nacemos sin haberlo pedido, encerrados en un cuerpo que no hemos elegido, destinados a morir tarde o temprano. Se supone que en el pasado el mundo ofrecía, como consuelo a tanta desgracia junta, la posibilidad de evasión. Ejemplo. Un soldado podía desertar de un ejército y empezar una vida distinta, nueva, en un país vecino. Hoy ni siquiera eso es posible porque el mundo se ha unificado extraordinariamente. Nada de lo que ocurre en el planeta globalizado es ni será ya un asunto local. Todas las catástrofes, así como los avances de cualquier tipo, conciernen al mundo entero. A los dichos de Kundera podríamos sumar unos lindos versos de Jacques Prévert. Amamos y vivimos. Vivimos y amamos. Y no sabemos qué es el día. Y no sabemos qué es la vida. Y no sabemos qué es el amor.
L.

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