sábado, 22 de junio de 2013
Morbo
Atraen mucho las muertes de los otros. Si hubo violación mejor. Si además existieron detalles intolerables más todavía. El morbo inexplicable produce en los espectadores una fascinación desbordante. La tranquilidad de pensar que los malos están lejos, la excitación sexual que produce la violencia padecida y producida por desconocidos, las manchas en las sábanas, las revelaciones íntimas en la morgue, la ropa interior desagarrada con saña. Si falta todo eso pareciera que no hay un móvil claro para el crimen y el público se queda insatisfecho, como un hombre o una mujer después de una copulación sin encanto. Y qué triste que así sean las cosas.
L.
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