Hay algo en cada uno de nosotros que resulta inadaptable, indomable, ineducable. Es una parte que no se amolda del todo a lo que está. Algo que se rebela incluso de manera inconsciente y no se deja manejar o dominar por ningún poder llámese gobiernos, parejas, amigos, amantes, jefes de oficina. Avanzan todos sobre nosotros. Pero hay algo en cada uno de nosotros que rechaza ese avance de los otros y no se rinde fácilmente. Lo dice el poeta. Hay que aprender ni a irse ni a quedarse. A resistir.
L.
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