domingo, 22 de noviembre de 2009

Domingo a las seis


¿Qué matan los que se matan? Si pudiera se lo preguntaría a Polito, Lugones, Cobain, Hemingway, Quiroga, Mishima, Woolf, Maupassant, Akutagawa, Storni, Pizarnik y tantos otros. Supongo que al optar por el gesto -como lo llamaba Pavese- pretendieron anular algo que les molestaba de sí mismos. Lástima que confundieron la parte con el todo y acabaron arrojando al bebé junto al agua sucia de la bañadera. Andrea me dice que el suicida clausura de un golpe todas las posibilidades del ser. Le digo que sí al tiempo que admito que más de una vez pensé en matarme. Lo pensé con la excusa de una mujer (aunque ninguna justifica semejante esfuerzo) o por motivos existenciales. Abandoné la idea al comprender que un día habré de morir como todos y que debo hacer algo mínimamente productivo en la sala de espera. El suicidio es una pregunta mal formulada y sin respuesta posible. Pero es una pregunta por el sentido de vivir y como tal es legítima. Por algo Camus la ubicaba como el tema clave de la filosofía. Tal vez por eso suele decirse que quien nunca pensó en matarse está mal de la cabeza.

L.

10 comentarios:

  1. ¿Quién no lo pensó alguna vez? Igualmente el hecho de pensarlo y que quede en eso nomás, nos sigue manteniendo vivos espiritualmente y haciendo cosas para no suicidarnos.
    Fraternal abrazo

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  2. Tal vez haya en el suicida una búsqueda de inmortalidad creando culpa en quienes lo rodean y así una presencia permanente a través de su voluntaria ausencia. Algo les ha faltado, algo no ven o como dice Andrea quieren dejar de ser. No todos resisten la adversidad y a veces el espíritu se agota.
    Graciela B

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  3. Suela tiene razón, mientras la idea aparezca y quede en palabras el acto no se ejecuta. Tengo entendido que la mayoría de suicidas "de verdad" no anuncian lo que van a hacer. Otros, muy pocos, lo anuncian para, probablemente, llamar la atención. Un último grupo lo anuncia y lo hace. Pero, como dice Luis, todos sin excepción jugamos a veces con la idea ante lo difícil que resulta a veces aprender lidiar con la vida. Algunos -no quiero olvidarme- hacen un show del suicidio sin consecuencias, salvo la incomodidad y la angustia para el entorno familiar. A estos últimos los desprecio especialmente. Porque se trata de un show egoísta.
    Rulo

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  4. Me gustó algo que dijiste en un posteo anterior, que el suicidio sería como una eyaculación precoz. Saludos.

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  5. Por lo único que creo que es bueno pasar por la idea del suicido, es para comprender, de otra forma (quizás cruda) lo importante que es nuestra vida. Yo también lo pensé, y sin embargo entiendo que sirvió para valorarme más como persona. Como escribí en un texto de mi blog titulado "Nadie". ("...Nadie se muere de amor. Nada es eterno, ni los besos, ni la piel, ni las manos sosteniendo otras manos. Nadie se matará por nosotros ni deshojará cincuenta margaritas en nuestro honor...").
    Creo que como decís, hay que hacer algo productivo en esta "sala de espera", la muerte es un final anunciado en todas las vidas, por eso debemos aprovechar cada minuto como el último, hoy justamente también escribí sobre el tiempo y su uso o no, de ese último instante que también acaba de pasar al mencionarse.
    Besos

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  6. No pienso que haya que aprovechar nada. No creo que la idea del suicidio sea buena o mala por esto o por aquello. Son cosas que suceden y tienen la máxima importancia. Entenderlas no es fácil pero eso no implica abandonar la empresa de pensar. Albert Camus dijo que el suicidio resume el problema fundamental de la filosofía de todos los tiempos. ¿Qué problema es ese? Nada más y nada menos que determinar si la vida tiene o no un sentido.
    L.

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  7. En realidad, es una idea, y como tal se desarolla con una cierta "lógica" mental, tenerla es también aprovecharla, me refiero a que si la tuvimos y la pasamos alguna enseñanza deja. Las cosas no pasan y sólo pasan, creo que dejan algo, siempre. Me refería a eso.
    Y creo que ahí está otro problema, la vida tiene varios sentidos o ninguno, el plural es el que afecta cuando se piensa en suicidio y en la vida en general. Ver la vida como una singularidad es lo negativo, cuando se piensa que ya no hay nada más que una sola cosa que ya no está, etc. El tema es largo, siempre da para más.
    A.

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  8. guau...Suicidio! que tema! Cada Sujeto es un mundo, nada de lo que nos preguntemos tendrá respuesta, sobre todo porque los que se han suicidado no están para responderla. Creo que de algo de eso se nutrió Camus y Pavese para dar esas respuestas a la sin respuesta de todos los tiempos. buen trato al tema...

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  9. A los años, mis amigas ya habían tenido sus primeras relaciones sexuales y yo nada. Estaba muy enamorada de mi novio Diego, estudiante de arquitectura, rubio, bohemio.
    No me atreví a decirle directamente: hagamos el amor, pero lo insinuaba de muchas formas, hasta que un día me dijo: "es que sos demasiado pura". Esa noche tomé wisky y me quise suicidar pero luego recordé que había una chocotorta en la heladera y lo dejé para otro momento.
    Pensando en los Quiroga, creo que los hijos no tenían otra forma de entender la vida y sus dolores; la muerte (por mano propia) los atravesaba como un destino.
    Y también hay una ligadura entre el abuso de drogas y el suicidio, no solo por lo que dicen los forenses cada vez que encuentran un cuerpo intoxicado y sin vida, creo que es por la impotencia. La gente se acerca a las drogas en busca de alivio y muchas veces queda atrapada en la ilusión de esa primera dosis de felicidad química que no se repite. Entonces la muerte se convierte en una liberación.
    e

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  10. quise decir: a los 15 años
    e

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