La única manera de saber qué queríamos decir es diciéndolo. ¿Por qué nadie habla? ¿Por qué todos se limitan a reproducir voces ajenas? ¿Tendrán miedo? ¿O se callan por respeto a los que saben? ¿Realmente saben los que saben? Y en tal caso, ¿no convendría que hablaran de una vez los que no saben? La única manera de entender qué queríamos decir es diciéndolo. Y si dejamos que hablen otros en nuestro lugar tendremos luego que pagar las consecuencias.
L.
Si en la tolerancia se filtra el temor es posible que en ella se halle la excusa ideal para evitar hablar. No deberían la indiferencia o la sumisión enviciarla. El miedo a sostener con hechos lo dicho suele anular el coraje de decir.
ResponderEliminarGraciela B
A veces no se habla por respeto al supuesto saber o la supuesta autoridad que le damos a ese otro. En muchos casos esto no deja de ser un prejuicio nuestro. Otras veces no hablamos por temor a que nuestras palabras nos obliguen a ser consecuentes con ellas y preferimos que ese papel lo asuma otro...
ResponderEliminarYo creo que en un aula, cuándo callan los alumnos es por que están pensando en otra cosa.
ResponderEliminarTambién esta el silencio social que evidencia las relaciones de poder. El silencio en defensa propia, el piadoso, el especulador. En cualquiera de sus formas, el silencio es un arte, una disciplina.
Pero es verdad que si no decimos lo que pensamos o lo que sentimos la vida se pone difícil, algo crece dentro de nosotros que daña.
Lo interesante sería aprender a pensar antes de hablar, que con quién; por que siempre hay otro en nuestro decir que modifica invariablemente mi decir.
Es una tarea delicada aprender a decir.
e
Si de repente nadie dice nada es -creo- porque estamos disfrutando, porque a veces basta un par de ojos y no saber qué decir aunque se nos mueva el esquema. O ganas de no querer decir nada. ¿Cómo se contabiliza el silencio? ¿En dónde se postean las miradas, las lecturas repetidas, la huída de quien no soportó el blog, o el regreso constante a un post que quiero robar?
ResponderEliminarF.
Desde Tijuana, México.
Muchas gracias por el comentario, Luis. Sí, se nota la indiferencia de la mayoría. Habrá que alzar más el nivel de voz, aunque sin ponerse a gritar como un delirante. Abrazo.
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