lunes, 23 de septiembre de 2013

Transparencias


No todo es transparente en esta vida. Y en la otra menos aún. Ni el papel de calcar, ni el cristal más pulido, ni la seda, ni la ropa íntima femenina, ni el aire. Por más esfuerzo que hagamos, a veces, del otro lado no se ve nada o se ve poco y encima deformado. ¿Pero acaso es posible la transparencia absoluta? ¿Conviene buscarla además? Cualquier indagación que se haga en cualquier materia raramente arrojará inmediatos resultados. Hay quien no soporta la imposibilidad de origen y entonces cae en la vulgarización, la simplicidad forzada, la idea de vida simple, gente simple, ideas simples, historias fácilmente comprensibles para todo el mundo. Pero, qué pena, la vida es turbia a veces, el vidrio está incurablemente sucio, las lentes no dejan ver con la claridad que uno quisiera. ¿Y qué vemos entonces? Trazos sinuosos, niebla, barro tal vez. Conclusión. La falta de transparencia es parte del costo de vivir.
L.

No hay comentarios:

Publicar un comentario