martes, 16 de agosto de 2011

Muertes y maravillas


Se nace tantas veces en el día como las que se muere. Nacemos y morimos de manera constante. Infinitas veces por minuto y por si acaso. En el día, en la semana, en el mes, en los años y en los baños. En la palabra siempre y en la palabra nunca. Las fechas que menos importan son las que figuran en biografías y documentos. No importa ninguna fecha en realidad. Nada que tenga que ver con el tiempo que miden los relojes. Importa apenas el estruendo al que, por un segundo, toda la tierra y nuestro corazón se han rendido.
L.

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