miércoles, 17 de agosto de 2011

Vivir sin metafísica


Si miro el mar pensando en el mar, es decir, en esa cosa inmensa, tan azul o verde pero igualmente maravillosa, quiero decir, si pienso que el mar no es el mar sino el templo de la naturaleza o alguna cursilería por el estilo, en fin, no veo el mar sino la idea mar. Si hago el amor pensando que se trata de un acto sagrado donde dos cuerpos se vuelven uno, es decir, fusión cristalizada en un abrazo eterno y cualquier tontería de esas, en fin, no hago el amor y, muy probablemente, ni siquiera pueda hacerlo. Si leo a, no sé, Cortázar o Cervantes con la noción de clásicos metida en la cabeza lo más posible es que no pueda entender ni una línea de Rayuela o el Quijote. Para qué seguir. Mejor vivir sin metafísica. Y mejor acercarse a la física sin mayores pretensiones de una vez y para siempre. Eso es vivir la vida como debe o debería ser vivida.
L.

No hay comentarios:

Publicar un comentario