lunes, 22 de agosto de 2011

Como un gato con su gran cola negra


Al silencio le gustaba escuchar la música. Oía hasta la última resonancia y después se quedaba pensando en lo que había escuchado. Sus opiniones tardaban. Pero cuando el silencio ya era de confianza intervenía en la música. Pasaba entre los sonidos como un gato con su gran cola negra y los dejaba llenos de intenciones.

Felisberto Hernández

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