miércoles, 3 de agosto de 2011
El amor empieza a los 90
Es muy mal visto socialmente que un hombre mayor se apasione por una chica joven. Se le dice con razón viejo verde, expresión que bien mirada no sería demasiado incorrecta. La rama verde vive aún. Recuerdo el caso de Goethe, escritor insuperable en varios sentidos. El hombre había perdido totalmente la cabeza, como se dice, a los 74 años. Se enamoró desesperadamente de una tal Ulrike, muchacha de apenas 19. Se cuenta que cada vez que la oía pasar bajo su ventana abandonaba el trabajo y salía corriendo tras ella sin sombrero y sin bastón. Hacer algo así en el siglo XIX era una clara evidencia de estar padeciendo un grave trastorno. Nadie pareció entender esta pasión tardía. Los conocidos se burlaban y el hijo de Goethe enfureció. El escritor pidió a Ulrike en matrimonio y fue rechazado. Un amigo fue a visitarlo y quedó impactado. ¿Y qué me encuentro? A alguien que parece que tuviera en el cuerpo todo el amor y la angustia de la juventud. Conclusión. La pasión no envejece. El amor empieza a los 74...o incluso a los noventa.
L.
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