miércoles, 20 de noviembre de 2013

Dignidad

El sentido último de la palabra ha sido ya olvidado. Dignidad. Sostener una posición justa contra marea y viento es cosa del pasado o, quizás, del futuro lejano. Dignidad. Hermosa palabra en tiempos de la mentira convertida en ideología dominante por los felices y los cómplices. Y sin embargo insistir. Insistir. No callar. No arrodillarse ante los podridos poderes. Alzar la bandera al borde mismo del abismo. ¿Por qué no? Y en la bandera, escrita con letras de oro o de latón, brilla la divina palabra dignidad, más importante aún que las palabras amor, libertad y tantas otras. Una vez más. Dignidad.
L.

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