viernes, 22 de noviembre de 2013

Lo esencial

Y entonces llega uno a lo esencial. Y todo lo que juntó a lo largo de siglos se demuestra inútil. Para colmo está manchado, tiene olor a pis de gato, no sirve, como se dice, para nada. Y uno avanza como buzo entre papeles mojados, pisados, sucios, maldecidos. Y se pregunta uno para qué todo eso. Y un eco de carcajadas siniestras suena en la sala llena de cajas y fotos viejas y todo ese montón de basura con título importante, frases que hacen llorar, diarios íntimos, parejas que fueron y ya no son, una larga enumeración de documentos vencidos y sin efecto genital a la vista. Flores secas entre páginas de libros condenados. Muebles al borde de un ataque de nervios y, bueno, llega uno a lo esencial, lo toma por el cuello y dice, ahora sí amigo, lo que queda es con lo que empiezas.
L.

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