Lacan definió el amor como el acto de dar lo que no se tiene a quien no es. La belleza de la formulación no oculta su complejidad. Podría decirse que nadie es en un vínculo dado que todo sujeto resulta de algún modo "creado" por el otro integrante de la pareja. En caso de pérdida existe la posibilidad de hallar sustitutos para el ausente. Se da lo que no se tiene porque solo podemos donar al otro la ofrenda de nuestro vacío. Así considerado el amor sería producto de la unión entre dos soñadores que se potencian y comparten el desasosiego de vivir. Se trata de la eficaz circulación de algo inexistente que requiere del otro un cierto grado de entrega y reciprocidad. Cada uno adoptará la forma del sueño que lo contiene constituyéndose en función de la demanda del otro. El amor, en conclusión, es el resultado de dos individuos que se inventan al mismo tiempo. Cuando el sentimiento muere el sueño se convierte en pesadilla.
L.
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