La sola idea de pensar en la posibilidad de un arte sin mensaje, sin asunto, sin nada más que arte, suele ser mal vista por la opinión pública y los críticos especializados. La sola idea de filmar una película o dirigir una obra teatral no basadas en historias "de la realidad" es rechazada de plano hasta por sus productores. Lo que se pregunta sobre un cuento o un poema ya no es cómo están escritos sino de qué tratan. Se piden mensajes altruistas, se pide pensamiento positivo, se pide algo alentador aunque resulte intolerable como creación en sí. Se exige verdad a los artistas y sobre todo sentido del decoro. La última exigencia moderna es la utilidad. Una flor debe servir. Un libro debe servir. Un blog, también, debe ser útil para sus lectores y para la población en general. Mensajes optimistas, buenas historias, practicidad. Eso sería todo.
L.
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