viernes, 23 de mayo de 2014

La palabra está sola

La palabra pierde amantes, pierde amigos, se sienta sola en un café. El verbo está vacío, vacío, vacío. La relación articulada del hombre con los hombres se ha interrumpido en el marasmo. El vocablo dirigido anteriormente a la comunidad ha quedado trunco en la boca individual y  tan abierta. La palabra es mujer y está sola, esta noche, más sola que nunca. Y el verbo se ha vaciado. Está muda y desnuda la voz en el parloteo incomprensible. El interés individual desenfrenado colmó todo de aires egoístas. La voz se ahoga de individualismo. La palabra pierde ovarios. Pierde también su esencia y su atributo generoso. El verbo, la mujer, hoy, esta noche.
L.

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