Admitamos que no sabemos nada. Que faltan respuestas para preguntas aún no formuladas. Y que la vida es una confusión desprovista de sentido. De noche volvemos cansados y vacíos. Durante el día vivimos una rara sucesión de acontecimientos –divertidos o tediosos, atroces o placenteros- sin que ninguno brille tanto como hubiéramos deseado. Queda una flor sin embargo. La de la foto o cualquier otra. No sabemos nada de ella. No entendemos su lenguaje. Pero es el centro invisible de todas las cosas. La posibilidad de amarla y de soñarla justifica nuestra existencia.
L.
Es cierto. No entiendo a mi novio y aún así lo amo. ¿Podemos conocer a otra persona realmente?
ResponderEliminarMika
Siento este post como traje a la medida. Mañana me podría vestir con el centro invisible de todas las cosas. Much@s nos sentiremos así, porque es verdad lo que dices. Confieso que me faltan respuestas pero también preguntas... He pecado mucho de pensamiento , de palabra, de obra, de omisión. El secreto es la flor.
ResponderEliminarF.
queda una flor sin embargo. Quedan flores sin embargar por el vacío...texto entre sublime y poético!
ResponderEliminarqueda una flor!