Debo limpiar la playa de mi infancia. Alguien me lo pide en un sueño. Estoy solo en Quequén. La playa de mi infancia se llama así. Quequén. Nadie me ayuda en la tarea de limpiar la costa. De pronto me pierdo en una calle que parece un médano. El mar está lejos y no tiene orillas. Pregunto pero nadie sabe. Imposible volver al punto inicial. Quequén, la playa de mi infancia, está sucia. Mi infancia ha sido adulterada. No hay cura para eso. Ahora solo resta esperar.
L.
No hay en el recuerdo ningún lugar tranquilo, dice el poeta.
ResponderEliminarRulo
Si quiere yo lo ayudo, y el señor de la casa de los mil y un enanos seguro que esta dispuesto tambien....
ResponderEliminarNadie dijo que mayo fuera eterno...las playas se ensucian ¿limpiarlas? el mar siempre gana pero tu infancia en Quequén sigue siendo tuya. El fondo de la caverna es lo que se altera.
ResponderEliminarGraciela B
Resta esperar, o hacer algo. Resta la vida, para hacer algo con eso también. Debemos resistir como alertaste en otro post.
ResponderEliminarEspero un nuevo texto.
Si la playa está sucia es porque puede estar limpia. Menos mal que usted tiene alguna playa en su infancia y otra en sus sueños…hay quienes pasan por la vejez sin haber tenido el mar enfrente. Recuerdo en un encuentro de culturas populares ... que un grupo de ancianas tarahumaras pidieron un favor: ir a ver el mar... lloraron como niñas cuando llegaron a la playa y conocieron el mar o debo decir a la mar? . Aclaro que en realidad era una playa sucia y descuidada, y a la vez el más bello y único mar , quise decir : lugar.
ResponderEliminarF. desde México.
¿Hasta dónde es posible limpiar una playa? Una limpieza total del pasado se parecería a la muerte...Sería menos que el desierto o menos que un pez imaginario...Esa pretensión es o sería irrealizable...Mejor no limpiar todo y dejar al menos un poco de arena, un bañista, una gaviota aún sin fuerzas, un charquito de agua muy salada.
ResponderEliminarMika
Qué lindo texto. Yo quisiera borrar ciertos momentos, inventarme otra infancia pero no es por ahí la reparación posible. La aceptación de lo que pasó, la humildad para reconocerme impotente…
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