domingo, 27 de noviembre de 2011

Espejos


¿Cómo no ahogarse en los espejos? La triste flor no se emociona, ya no, viendo su propia sombra en la sombra sombría del agua. ¿Cómo no sucumbir ante la imagen de uno mismo eternamente reflejada en algún lado? ¿Cómo no ahogarse de una vez en los espejos? Sería quizás aconsejable desviar un poco la mirada y contemplar eso que está junto al vidrio esmerilado. Lo que no soy, lo otro, los otros, la silla, la mesa, las flores, la puerta, lo común, lo de todos los días, la otra imagen que aparece de pronto en los espejos y, sí, nos salva.
L.

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