sábado, 19 de noviembre de 2011
Ser joven
En nuestro carácter de enviados especiales de Suspendelviaje Andrea y yo asistimos anoche al recital de Silvio Rodríguez y Amauri Pérez. Nos encontramos con un hombre de 65 años que sin embargo acaba de nacer. Esto último no es fácil de entender. No nace de nuevo un artista de 65 años que a los 19 pensaba que su tiempo estaba pariendo un corazón. Un Silvio Rodríguez tan joven no podía ser ese hombre calvo y con dos anteojos, uno para ver de lejos y otro de cerca, que estuvo ayer en Ferro. Y no obstante ese señor que al principio era viejo empezó a cantar y ocurrió entonces un milagro inesperado. Silvio comenzó poco a poco a rejuvenecer. Su voz se hizo más pura, sus ojos brillaron como estrellas nuevas, sus canciones inundaron el aire con un mensaje de confianza y dolor, como si algo de la existencia hubiese de pronto adquirido un sentido. Cuando finalizó el show, a eso de las dos de la mañana, Andrea y yo vimos a un muchacho de no más de 19 años, los que tenía cuando subió a bordo del Playa Girón, y lo escuchamos decir que por el solo hecho de vivir, y en caso de que sea necesario, hay que hacer algo urgente un poco antes de que se caiga el porvenir.
L.
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