sábado, 26 de noviembre de 2011

Llenarse


El fumador, ya sea de cigarrillos legales o ilegales, aspira el humo y siente, al menos por un instante, que se llena entero y se completa. Y si se trata de porros hay quizás un valor agregado. Ganas de reír por nada, disposición laxa al amor, ese tipo de cosas. La misma sensacion de plena plenitud se puede obtener por otros medios igualmente artificiales como comer, viajar o comprar artículos variados. Hay un solo problema que no se toca con la moral sino con asuntos vitales. Ninguna ola de humo llena por completo a  nadie. La falta es constitutiva del ser. Y el costo a pagar por ese instante ilusorio, por esa hermosa nube de nubes, es definitivamente alto.
L.

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