Pensé en llamar a Paula para decirle que estoy triste. Lo pensé realmente. Paula está en Grecia ahora. En un mensaje reciente me contó que vio los volcanes de Santorini. No sé qué cosa es Santorini pero algo me dice que no es buen momento para molestarla con un mensaje de esos. Estoy triste. ¿Qué se puede responder ante semejante declaración? Aún así decidí llamarla y no hubo respuesta. Me contó luego, por mensaje de texto, que ahora surfeaba en las costas de Sudáfrica. Me dijo que estaba contenta y que me llamaría apenas desembarcara en Angola como parte de su extenso recorrido. A Paula le gustan los cruceros y esas cosas. Pensé de todos modos, aunque menos convencido que antes, en llamarla y decirle que estoy triste. Pero ya sea por la enorme distancia, por los malos entendidos o por la emergencia del larguísimo viaje, lo cierto es que me olvidé no sólo del llamado. Ya ni siquiera sé si de verdad estoy triste.
L.
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