martes, 22 de mayo de 2012

Vida y obra

¿Cómo leer el poema de una escritora mezquina, egoísta y ruin en el sentido más ruin de la palabra? ¿Cómo escuchar la divina música de un compositor que se ha reunido amigablemente con los mayores asesinos de este pais? ¿Cómo leer a un filósofo contemporáneo, acaso el mejor de todos, que confesó a los cuatro vientos su admiración desbordante por el nazismo hitleriano? Son preguntas difíciles de responder. Vida y obra. Dos campos indisolublemente unidos que, cuando entran en conflicto, nos arrinconan y enmudecen.
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