lunes, 14 de mayo de 2012
Policías voluntarios
La sociedad, o al menos una parte significativa de ella, ha ingresado al cuerpo de policías voluntarios. Son buenos hombres y mujeres del país. También jóvenes ejemplares en todos los sentidos imaginables. Integran el cuerpo, asimismo, los periodistas más destacados de los medios más reconocidos. Se trata, en suma, de gente linda e intachable. Los integrantes del novedoso y potente batallón están siempre listos para controlar disturbios o provocarlos. Están bien entrenados para matar, rematar, vigilar, insultar, encarcelar, espiar y participar incluso de sucias componendas con dueños de prostíbulos y poseedores de tierras feraces e industrias altamente productivas. El cuerpo de policías voluntarios se comporta con buenos modales, ayuda a cruzar la calle a ciegos y viejitos, honra con la vida la bandera de la patria. Pero cuidado. En cualquier momento llevan la mano a la cintura y disparan a quemarropa. Lo hacen por lo general sin mucha puntería. Y todos sabemos adónde van a parar las balas perdidas de los buenos y valientes policías.
L.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario