miércoles, 9 de mayo de 2012

Lo que falta


A todo le falta algo. Ninguna alegría es completa. Tampoco la tristeza es absoluta y eterna. A todo le falta un poco para ser totalmente lo que pretende ser. ¿Qué hacer entonces con lo que falta? La respuesta es clave. ¿Y con el pasado no resuelto? ¿Y con las fantasías jamás realizadas como tales? ¿Y con las perversiones de las cuales nadie está a salvo? En todos y cada uno de los casos lo mejor es o sería sublimar, es decir, en vez de poner en acto poner en obra. Escribir es un camino posible. Pero no el único. Se pueden sacar fotos, pintar cuadros, bailar, nadar, producir esto, aquello y lo de más allá. A todo vaso de agua le falta como mínimo una gota. Habrá que pensar bien qué hacer con eso y actuar en consecuencia.
L.

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