miércoles, 16 de mayo de 2012
No siempre
No siempre las mañanas son perfectas. La de hoy por ejemplo. Desperté a las siete y media pudiendo dormir hasta las diez. Desperté con pensamientos sombríos. Paula se sentó en la cama dos horas después. Estaba desnuda pero la escena carecía por completo de erotismo. Paula tuvo pesadillas y me contó una de ellas. En el medio hubo un llamado de una empleada del Banco Supervielle para hablar de extensiones y otros beneficios en mi tarjeta de crédito. Le dije a la joven que estaba en una reunión y todo quedó en nada. Paula pensó en el sueño que mataba a su madre por lo menos cinco veces. La mataba y la madre volvía a levantarse. Las formas de asesinato variaban pero resultaban violentas en todos los casos. Le dije que posiblemente eso que aparecía como su madre aludiera a comportamientos que ella quiere "matar", así, entre comillas, dentro de sí misma. Nada brillante. Fue lo que se me ocurrió. Paula escuchó desde lejos y buscó música en la computadora. Empezó a sonar la música. Luego fue a bañarse, dejó abierta la puerta del baño, y yo quedé como suspendido, sin saber qué hacer con los pensamientos sombríos de hacía unas horas. Luego la acompañé a la parada del 103 y regresé a la casa donde me esperaba el gato sentado sobre sus patas y la cola en actitud expectante. Nos miramos un rato y eso fue todo. No siempre las mañanas son perfectas.
L.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario