miércoles, 23 de mayo de 2012
Los sueños
Se hace difícil hoy hablar de fantasías en los talleres de arte o escritura, para no decir en las oficinas, en los blogs, en las casas, en la calle, en la vida más en general. Palabras que hasta hace poco eran comunes como ficción, metáfora, imaginación o mundo onírico son, para mucha gente. sinónimos de estupidez o, peor, de una fatal pérdida de tiempo. Hasta cierto punto se aceptan las fantasías sexuales pero no ligadas a la creación, o incluso al amor, sino a la satisfacción inmediata de un deseo urgente. Todo lo que parece importar ahora es la mal llamada realidad real, es decir, lo que pasa "de verdad", lo que no admite segundas o terceras lecturas. Qué triste. Una única vida posible y una única lectura permitida. Por suerte, cuando vamos a dormir, los sueños aparecen sin pedir permiso y se despliegan dentro nuestro con toda su carga de extrañeza y falta de lógica. Sueños nocturnos. ¿Último reino?
L.
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