domingo, 29 de julio de 2012

Documentación extraviada

Es cierto que no se trata de los rollos del mar muerto ni de la piedra de Rosetta. Pero llego de pronto a la conclusión que no supe guardar en ningún lugar visible de la casa mis papeles principales. Se perdió todo. Acta de nacimiento, estudios médicos, textos propios y ajenos de importancia, álbumes de fotos que recuerdan momentos determinantes de mi vida, documento nacional de identidad, pasaporte, material probatorio, todo extraviado y para siempre. Lo que encuentro -libros, anotaciones al pasar, llaves muertas de puertas igualmente muertas- todo eso está a la mano sin cumplir función alguna. Lo principal se perdió. No puedo demostrarle a nadie ni siquiera mi existencia como no sea en estas palabras que también se borrarán un día. Hay consuelo sin embargo. También yo desapareceré tarde o temprano. Y todos los demás junto a la documentación probatoria. Consuelo de pobres. Pero consuelo al fin.
L.

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