Llega el invierno al corazón. Mejor dicho. Llega el invierno al corazón, al páncreas, al hígado, a los genitales y al culo. Difícil combatirlo. La estufa nueva no sirve. El amor tampoco. El vino...apenas. Pero nada es suficiente. Llegó el infierno sin freno. Aún así brilla el sol entre las estalactitas. Y un beso al pasar y sin futuro repite el antiguo mantra de los antiguos. Esto también pasará.
L.
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