Para pasar el invierno hay que dormir en pareja. No estoy hablando de amor sino de un procedimiento práctico, útil y necesario. Es cierto que tengo estufa nueva. Es verdad que el cuarto está ahora más habitable. Tanto que hasta el gatito viene a guarecerse bajo la cama doble. No sé qué pasará en verano. El amor es conflictivo, dudoso, inalcanzable como totalidad. Pero hay cosas concretas que deben resolverse sin pensarlo demasiado. Dormir juntos. Piernas, brazos, pelos y sueños entrelazados. Se llega mejor, así, a cualquier parte.
L.
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