jueves, 8 de mayo de 2014

Medusas

No son malas las medusas. No lo son de modo alguno. Nunca atacan. Apenas se defienden con su rara gelatina y sus bellos y larguísimos tentáculos. Es cierto que un rozamiento duele y hasta puede matar. Pero no hay mala intención. Ellas se desplazan con sus pelos de liebre o azafata. Con eso basta. Deslizarse muy lentas por el mar. Soñar. Dejarse estar. No son malas para nada. Son incomprendidas. Eso sí. Y por eso pasa todo lo que pasa.
L. 

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