martes, 6 de mayo de 2014

Saber que no sabemos

Escribo porque no entiendo. La frase pertenece a la autora brasileña Clarice Lispector (1920-1977). Escribo porque no entiendo. Mejor idea imposible. Lo contrario sería escribir lo que se entiende, es decir, trasladar algo plenamente sabido al lenguaje escrito. Esto último no existe y si existe es una trampa. Todo escritor de verdad avanza en el texto como por el mar del tiempo perdido. Nada sabe hasta que de pronto descubre algo, la nave de los locos, y se deja llevar. El tema se relaciona con el proceso del conocimiento y con la vida más en general. Consejo. Cuando encontremos a una persona incapaz de decir no sé, no entiendo, no me consta...conviene desconfiar de ella. Los militares no dudan, decía un tal Aldo Rico. Y es verdad. Si hubiesen dudado los pilotos del Enola Gay, los que bombardearon con armas atómicas las pacíficas ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945, bueno, para qué seguir, no lo hubieran hecho. Después, claro, enloquecieron. Estoy intentando hacer un elogio de la duda como actitud primera ante cualquier tema. Pero no lo consigo. Escribo porque no entiendo.
L.

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