Las opciones para buscar el placer son diversas. Freud se ocupa de exponerlas en su clásico artículo El malestar en la cultura. Ahí engloba esos caminos en la noción de placeres sustitutivos. En la lista incluye simpáticas distracciones: drogas, aislamientos voluntarios, deportes, actividades sociales o familiares que en conjunto facilitarían el acceso a la felicidad. Freud no olvida mencionar la vía amorosa que (ironiza) “proporciona la experiencia placentera más poderosa y subyugante, estableciendo así el prototipo de nuestras aspiraciones”. Pero de inmediato enfría el entusiasmo al recordar que “jamás nos hallamos tan a merced del sufrimiento como cuando amamos, jamás somos tan desamparadamente infelices como cuando hemos perdido al objeto de nuestro amor”. Todo parecería indicar que el principio del placer está sembrado de obstáculos o que, directamente, es irrealizable como absoluto. Esto no debería ser motivo para abandonar el intento. Tampoco para ilusionarse demasiado. Los buscadores de oro son legión, ¿alcanza eso a probar que el oro existe?
L.
L.
Ayer pase la tarde sola en mi casa. Vi In the mood for love & 2046. Me quede sin palabras, extasiada y con muchas ganas de tener muy cerca a mi amor de verano. Me sorprendio ver hoy el video en el blog, y me gusto encontrarlo alli. Entro a verlo de lunes a viernes. El lunes leo lo del fin de semana.
ResponderEliminarLorie Torres, desde Puerto Rico
Ufa. soy parte de esa legión.
ResponderEliminarLa fotografía es muy bella.
ResponderEliminarEl texto subyuga mientras dice...del placer?