Podríamos pensar la vida como un blog. Algo que alimentamos diariamente porque sí. Dos gotas en la rama. La angustia de no entender. Las ganas de suspender el viaje y sin embargo seguir. Una frase o dos. Una foto. Un poema. Una provocación. Palabras que no alcanzan. Escribir (vivir) sin para qué ni para quién.
L.
Comparar la vida con un blog es atrevido. Pero coincido en lo fundamental. Cualquier emprendimiento humano es inútil. Hasta regar una planta lo es. Crear un blog también. Pero lo hacemos igual y de alguna manera esos pequeños actos intrascendentes sostienen todo el andamiaje de vivir.
ResponderEliminarPaola
Y sin embargo seguir. Es la única forma de
ResponderEliminarpoder enfrentar la diversidad en cada esquina.
Che, a vos, el creador del blog. Haceme una visita a amarescritos.blogspot.com
Necesito tu mirada.
Gracias por la invitación, Rubén. Veo tu blog y luego hablamos.
ResponderEliminarL.
El blog lo elegiste, como se elige quedarse con un gato , con un perro. Decidiste incorporarlo a tus días. A mi parece una mascota, que hasta las visitas quieremos acariciar.
ResponderEliminarClaro que cuando menos cuenta te des... la mascota es quien manda.
Sí, la mascota manda, hasta que digamos basta.
ResponderEliminarSi hace falta llamamos al instituto Pasteur.
L.