lunes, 27 de julio de 2009

Si miras


Si miras esta vela.
Si la miras.
Sí.
Mírala.
Arde el calor de su llama cerca. Es tan intensa y, sin embargo, efímera.
Antes de consumirse verás pasar un río de color salvaje. Una vieja balsa de aquellas que hacían el cruce cuando no había puentes entre las orillas. La inundación. Un puerto devastado. Bolsas de arena. Lanchones. Un sucio olor.
Esa mujer con un pañuelo en la cabeza para protegerse del sol, la eterna samaritana que acarrea cajas como si estuviera sola en el mundo, es la abuela. No duerme. No reza. Sólo cuida de los hambrientos que han perdido la órbita de los ojos.
Antes de que la vela se apague, esa mujer del pañuelo será anciana. Un pasito pegado al otro en la inmensa plaza; camina sin avanzar mientras la nieta la observa de lejos. No puede acercarse y se queda en la plaza hablando sola.
Tanto se amaron y ni siquiera alcanzan a cruzarse las miradas para despedirse.
Si miras esta vela, la verás. Cuán frágil avanzando. Vacilante. Despídete. Se va.


Marcela Ledesma

2 comentarios:

  1. Efímero, real, posible...una escritura hecha hallazgo. Felicitaciones!

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  2. El fuego, el agua, las distancias. A veces los símbolos trascienden las fronteras -quizás las preceden-. Es un hermoso texto. Evocador de tantas despedidas...

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