jueves, 30 de julio de 2009

Un mal necesario


Las molly amazona tienen la longitud de un dedo. Habitan los ríos de América Central en colonias exclusivamente femeninas. A diferencia de lo que pasaba con las amazonas del mito griego, las molly no matan a su descendencia masculina. Y no lo hacen porque carecen de ella. Son un pueblo de hembras que solo traen hembras al mundo. En cada temporada de apareamiento buscan el contacto con machos de otras especies. Pero los espermatozoides no fecundan el óvulo. Simulan ese proceso para despertar la división celular que dará origen a una nueva molly amazona igual a su madre. Este comportamiento se relaciona con la inclinación de los machos al canibalismo. Cuando ellos comprenden que la hembra está a punto de dar a luz, nadan bajo su vientre y se comen un hijo tras otro. El círculo vicioso de una reproducción condenada al sacrificio impulsa a las hembras a buscar un lugar seguro. De ahí salen únicamente cuando el sexo se convierte en un mal necesario.
A.

1 comentario:

  1. Excelente texto, A. Recuerdo que Kafka tenía una idea similar a la de las Mollys sobre el sexo (mal necesario). "Es el precio a pagar -decía- por el placer de estar juntos". Pero después se entusiasmó y no perdió oportunidad de practicarlo.
    El pez.

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