Cuando dos partículas interaccionan en el espacio algo las une defintivamente. La idea se desprende del Teorema de Bell, llave maestra de la física cuántica. Las partículas se vinculan entre sí aún en el rechazo o la indiferencia. Y hasta separadas por un millón de años luz establecen una extraña simetría. Fue pensando en esta asombrosa posibilidad que me propuse escribir algo llamado poema de Bell. Sólo que, al momento de empezar, sentí que una fuerza desconocida me paralizaba. Luego de varios intentos frustrados desistí y pensé -una vez más- en esa estrella imposible y lejana a la cual, según los postulados del teorema, estoy ligado para siempre.
L.
L.
Nada deja de ser. Jamás. Algo en el pasado alumbra. Con mayor o menor intensidad, según el caso. Por eso, cuando se trata de amor, no vale decir "ya fue".
ResponderEliminarMilena
sólo cuando se trata de amor....
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