viernes, 10 de julio de 2009

Parque Rivadavia


Alguien pintó esto en un banco del Parque Rivadavia. Había llovido y las gotas cubrían el pasto, el monumento a Bolivar, los senderos brillantes y vacíos. ¿Será la expresión de un deseo incumplido? ¿Un gesto desafiante? ¿Voluntad manifiesta de transgredir la ley del mundo? ¿La declaración pública de un sentimiento efímero? ¿Una mentira piadosa? Habría que releer Amor en el Parque Rivadavia, un texto clásico de Roberto Arlt. Posiblemente ahí estén las respuestas a esas preguntas inútiles.
L.

3 comentarios:

  1. y si fuera el no lugar,perderia su capacidad de ser o no comun.amo la lluvia en un banco de plaza mientras alguien sigue insistiendo la palabra.
    Maria

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  2. Suelo pasear, y viajar por el mundo sin moverme del parque Rivadavia, solo tengo que hojear libros desde que abren los puestos hasta que arden las neuronas. Un cafe despues, con un librito de barato, Camus por example.

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  3. Los bancos de plaza dicen mucho más que sus leyendas. Voy por el texto de Arlt.

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