sábado, 5 de noviembre de 2011
Detalles
Nuestra vida depende casi absolutamente de detalles mínimos. Un pequeño papel extraviado es suficiente para tocar el cielo o el infierno. Una mancha en la sábana, el pie sucio, un llamado no atendido, el viaje postergado, una pava en el fuego, dos monedas caídas en un balde. Increíbles tonterías definen el sentido total de la existencia. Lo que está en juego no es tan importante como la sombra de una nube en el agua. Ganar o perder se resuelve en situaciones banales, rayanas casi en la imbecilidad. La cadena empieza en una discusión absurda, sigue en una baldosa floja y mal pisada, termina en un libro que fue abierto en el día equivocado. El aleteo de una mariposa desata en otra parte la mayor tempestad del siglo. Un beso negado o postergado tiene consecuencias irreversibles. Y así todo. Y todo así.
L.
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