lunes, 2 de julio de 2012
Cierto cansancio
Páginas dobles de diarios viejos pegadas con cinta adhesiva a las ventanas cubiertas de vapor. Imposible saber si llueve o brilla el sol del otro lado. Ese montón de libros apilados. Setenta exámenes sin corregir o leídos a medias. Carpetas y más carpetas. En uno de los viejos papeles de diario se leen títulos carentes, a la distancia, de todo significado. Arqueología del ahora mismo. Los cerdos entran al Louvre. Un juez británico obliga a alimentar a una mujer anoréxica. Los esclavos se salvaron por la música. No entiendo esos absurdos titulares. No entiendo el mundo. Es temprano pero el día ya es viejo como el blog y como yo. Cierto cansancio. Habrá que encender el motor de la existencia y sostener con firmeza la rama, esa rama de pino largo, la que está a punto, sí, de quebrarse.
L.
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