Crisis de crecimiento

Este blog atraviesa, como dicen los psicólogos improvisados, una crisis de crecimiento. Alcanzamos un promedio estable de doscientas visitas diarias, concretamos casi tres mil entradas que incluyen fotos, propias y ajenas, además de videos, 332 seguidores (no es una multitud pero bueno), difusión de varios posteos en la principal revista del género que se publica en la Argentina (Oblogo), récord de invisibles que espían por el ojo de la cerradura y no dicen palabra, dos exitosos concursos ya realizados, hermosos puentes establecidos con hermosa gente lejana y cercana. Llegamos a un punto, sin embargo, de no saber cómo seguir sin repetirnos, sin volvernos resentidos que pelean con el mundo a la manera del Quijote y los molinos de viento, cómo abrir nuevas picadas en la selva, cómo crecer sin desmoronarnos como ciertos edificios altos de la ciudad. Quizás los lectores puedan ayudarnos. Los visibles y los invisibles. Todos. ¿Ayudarnos a qué? Eso no está claro. Pero al menos acompañarnos a atravesar esta crisis de crecimiento.
L.